La anorgasmia femenina disminuye el bienestar

by | May 31, 2024 | Blog

Desde siglos remotos, la sexualidad ha sido vinculada con la reproducción, y su interés ha destacado en cómo mejorar la misma, luego con el pasar del tiempo fue persiguiéndose más allá la idea del placer, sin embargo, durante muchos años, se ha hablado sobre la sexualidad masculina, se ha observado como han hecho distintas investigaciones sobre la sexualidad y siempre haciendo énfasis en la biología del hombre; hablar de la sexualidad femenina, ha sido un tabú, no fue hasta el siglo XIX, cuando Freud (1895), habla de la histeria, para explicar la enfermedad que pasaban muchas mujeres de la época, estas mujeres somatizaban todo su malestar psíquico, y el autor mencionaba que esto era causado por tener ‘’útero’’.

En este sentido, las mujeres de esta época tenían relaciones sexuales meramente cuando era el tiempo de reproducción (dirigido por la sociedad), y es entonces cuando empiezan a notar un incremento en ‘’las mujeres histéricas’’, de tal manera que, la medicina se ve obligada a admitir una nueva realidad: la mujer posee instinto sexual y necesita las relaciones sexuales para mantenerse sana. Freud define a la histeria como esta neurosis que tiene origen en un incidente sexual, cuyo recuerdo no ha podido ser elaborado asociativamente, transformándose en patógeno y provocando un síntoma. En aquel entonces, este tema de la neurosis era visto como anormal e incluso humillante para la mujer, pues una mujer histérica era desterrada de la sociedad, incluso, muchos murmuraban que el problema único era de ellas, contemplando la idea de que era un solo factor que causaba el malestar o el conjunto de malestares.

 No obstante, transcurre el tiempo, y se le proporciona un valor transcendental al deseo y satisfacción de la mujer, así como también, se entiende que existen otros factores que interactúan entre sí para una adecuada respuesta sexual. A nivel mundial, distintas mujeres, tienen ausencia de orgasmo y esta es causa frecuente de disfunción sexual. Según Latif (2013), en uno de sus estudios arrojó que 3 de cada 10 mujeres fingen un orgasmo, se prefiere fingir, antes que resolver el conflicto.

 Ella constató que, las hembras pueden estar motivadas a practicar el ejercicio de la función sexual para sentirse cerca de su pareja o para mostrar sus sentimientos.
En este mismo orden de ideas, la satisfacción sexual es diferente para cada uno. Muchos factores influyen en la respuesta sexual y, esta adecuada respuesta es ausente en distintas mujeres a nivel mundial, y a esta ausencia se le denomina anorgasmia, la cual, se caracteriza por la falta o el retraso del clímax sexual (orgasmo) o por la presencia de un orgasmo infrecuente o mucho menos intenso, aun cuando la estimulación sexual sea suficiente. En contraparte, el orgasmo, se define, como el conjunto de varias contracciones vaginales, clitorianas o anales en un periodo de tiempo variable. Existen diferentes tipos de orgasmos, dentro de los cuales, solo 2 de cada 20 pueden alcanzar un orgasmo vaginal con su pareja.

 Cabe destacar que, la anorgasmia es un tema del cual muchas mujeres suelen evitar mencionar, aunque afecte su calidad de vida. Para muchas mujeres, suele ser mucho más sencillo fingir un orgasmo con su pareja, Latif (2013), en uno de sus estudios arrojó resultados contundentes, donde tres de cada diez mujeres fingen un orgasmo. De tal manera que, descubrieron que, el paradigma proviene de la distorsión de que ser sexualmente normal incluye sin falta un orgasmo, entonces, se prefiere, fingirlo, que resolver el problema. Un estudio más reciente, el Prevalence of Female Sexual Problems Associated with Distress and Determinants of Treatment Seeking, realizado en 31.508 mujeres mayores de 18 años, encontró un 21% de problemas relacionados con el orgasmo.

 En consecuencia, para muchas mujeres, en particular aquellas mayores de 40 años o que han atravesado la menopausia, el deseo físico no es la motivación principal para tener sexo.

 Según Latif (2013), una mujer puede estar motivada a ejercer la función sexual para sentirse cerca de su pareja o para mostrar sus sentimientos. Las necesidades sexuales varían. Entonces, cuando estas son insatisfactorias, ocurren cambios en la meseta, provocando que se extienda durante mucho tiempo, imposibilitando el orgasmo. Muchos factores pueden afectar su apetito sexual, incluyendo el estrés, las enfermedades, el envejecimiento y los compromisos familiares, profesionales y sociales. Cualquiera sea la causa, las diferencias en el deseo sexual entre los miembros de la pareja pueden provocar sentimientos de aislamiento, frustración, rechazo o resentimiento.

Además, cuando las fases del ejercicio de la función sexual, se encuentran distorsionadas, las mujeres que padecen anorgasmia, suelen estar predispuestas antes del acto, lo cual trae como consecuencia el mantenimiento de la falta de resolución, es decir, la mujer se queda en la fase meseta y luego de allí, se repite el ciclo de la insatisfacción nuevamente. De tal manera que, se puede apreciar que el ejercicio de la función sexual, así como tiene un valor biológico también tiene un valor psicológico, y muchos patrones de conductas que se repiten solo siguen mostrando los mismos resultados, porque a nivel inconsciente, es más sencillo, reconocer y procesar lo conocido, que buscar alternativas para mejorar.

Nagoski (2013), explica como las mujeres con el tiempo, han tenido que guiarse por prácticas propias o por pornografía. Un ¾ de la población admite alguna vez buscado alcanzar los estándares sexuales que muestran las escenas pornográficas. También, el deseo y la respuesta sexual están desincronizados, causando que a la hembra se le dificulta percibir el placer a plenitud.

Asimismo, aunque la sexualidad sea instintiva y no haga falta aprenderla, el comportamiento sexual no lo es, y, por lo tanto, debe aprenderse. Sin embargo, la escasa información acerca de educación sexual, facilita los errores de conceptos, dificultando el aprendizaje. Para mejorar tu vida sexual, se necesita primero, autoconocimiento, y esto es un tema que muchas mujeres le huyen, ya sea por motivos religiosos o culturales, pues hablar del placer desde tiempos remotos ha sido causante de vergüenza e incomodidad, la sexualidad femenina ha estado repleta y formado bajo muchos mitos y tabús. No es sencillo para todas las mujeres, adentrarse en la idea de conocer cuáles son sus zonas erógenas, y más, parece mejor, hacer comparaciones entre mujeres, y esto no tiene cabida, ya que cada mujer siente y se expresa de manera distinta.

FREUD, S. (1895). ‘’Estudios sobre la histeria’’. En Biblioteca virtual.

LATIF, E. (2013). ‘’Prevalence of Female Sexual Problems Associated with Distress and Determinants of Treatment Seeking’’. PDF.

NAGOSKI, E. (2022). ‘’Principios del placer’’. En documental. 

Vivir nuestras propias realidades

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Alcanzar una vida plena y en armonía con nuestras emociones exige aceptar la realidad que nos rodea, tanto en nuestro entorno como en nosotros mismos.

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